Mil excusas

La lluvia. La complacencia del camarero. Los ataques indirectos. Los ataques directos. Mi fracasada persuasión. La moneda con dos cruces. El coche. Thelma y Louis. Los satélites que no vemos. Las rayas verdes. La lluvia. La intensa lluvia. La sombrilla rota. El cielo de Estambul. Sus ladridos. Mis temores. Tus temblores. Las sonrisas. Las risas. Las carcajadas. Los ruidos jamás antes escuchados. Las palabras encadenadas en un armario. El vecino. La puerta entre abierta. Las caricias. Tu boca. Las constelaciones dibujadas en los brazos. El dentista. El teléfono. El sonido de tu nombre. El canto de los radiadores. El otro lado del espejo. El teléfono. La manecilla grande avanzando rauda hacia la realidad. El teléfono. La sangre que no llega. El abrazo eterno que no lo fue.

5 Respuestas a “Mil excusas

  1. La lluvia. Y tú y yo, y nada más. La lluvia que nos moja, nos empaña y nos hace uno, uno que se confunde, que difumina nuestras ropas en medio de la calle y tú y yo, y la lluvia, y nada más que el momento en que fuimos felices.

    uy que ida de pinza….

  2. ¡Qué música tan evocadora! Cerrando los ojos lo que no fue deja de tener importancia… durante el tiempo que queramos. Voy a cerrarlos ahora, mientras termina de sonar la canción y para el camino, un beso.

  3. ¡Qué sorpresa con la música! Estaba con los ojos cerrados, como te decía… y de pronto pensé que algo estaba mal, que una voz estaba diciendo algo familiar. Pensé que escuchaba lo que no se estaba diciendo. Y entonces dejé de pensar para escuchar. Y ha sido una delicia poner sonido a un pensamiento. Y ahora no quiero dejar de escuchar esa voz dentro y prefiero dejar de escribir para volver a cerrar los ojos, que hoy están tan cansados.

  4. Me gusta cuando relata con esas frases cortas…lo «borda»…

  5. Más de cien palabras, más de cien motivos,
    para no cortarse de un tajo las venas
    Más de cien pupilas donde vernos vivos,
    Más de cien mentiras que valen la pena.

    Es el estribillo de «Más de cien mentiras» de Sabina. Cuánta razón tienes, cuántas excusas, verdaderas o falsas, nos ponemos todos los días para seguir viviendo.

    Un saludito,

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